domingo, 15 de diciembre de 2013

Serie Notas de sociedad: 02 APORTACIONES LINGÜÍSTICAS DE ESPAÑA AL MUNDO


Fiesta y siesta no sólo son las modernas aportaciones de nuestra patria al lenguaje universal, sino el principal reclamo de nuestra industria turística. Así es, dominadas las poblaciones del sur de Europa por una clase empresarial analfabeta y feudal; agotados los recursos naturales y patrimoniales en la explotación rápida e ineficaz del medio; expatriados los contingentes de personal cualificado por el nulo crédito bancario; el Sur no ve otra manera de sobrevivir más que con el turismo de botellón y apartamento baratero. Secularmente ajenos a su propia ruina, en las fiestas populares de la costa continúan procesionando vírgenes, echando vaquillas a las calles y quemando castillos de fuegos artificiales. Y en todos los casos se aprecia, entre los farolillos y las banderolas, el emblema repetido de cajas y bancos locales patrocinadores del consuetudinario evento. Pues la fiesta en el Sur no es la celebración loca, gamberra e inocente que quisieran los jóvenes anglosajones, sino la plasmación de las buenas relaciones entre política, empresarios e iglesia que desean sus mayores.


Cristina Morano

Serie escritoras. 02 HERTA MÜLLER, EL REY SE INCLINA Y MATA







¿Cuánto de nosotros compartimos con el policía?
El idioma, la tierra, la casa. Para Celan
("¿es todavía dulce para ti, madre...?"),
para Herta, el verdugo y el policía son sus hermanos
su familia, su patria. ¿Para quién
somos nosotros policía?
Cada uno de nosotros, ¿a quién
vigilamos?. Herta Müller ponía un cabello
en el marco de la puerta antes de cerrar,
y en las cartas que enviaba fuera de Rumanía.
Si el cabello caía al suelo, significaba
que la policía había estado en su casa;
si la carta no llevaba cabello a su destino
era el policía quien antes la había leído.
Herta, Celan. No es cierto que existan
palabras para todo. No, porque las palabras
también estaban en manos de la policía.
¿Para quién

somos nosotros policía?


Cristina Morano




martes, 10 de diciembre de 2013

Serie Escritoras 01 ANNE CARSON: LA BELLEZA DEL MARIDO



Anne Carson escribe en "La belleza del marido"
como última consideración 
acerca de su vida conyugal:
Lo amé por su belleza.
Para un hombre tan intelectual, tan culto
que en sus ratos libres discutía los detalles
de la batalla de Borodino,
ser considerado una belleza 
-un cuerpo, un objeto, un animal-
debió ser una verdadera,
última, seminal, terrible ofensa.
Sin embargo:
Y volvería a amarlo si lo tuviera cerca.
La poesía no estaba en la venganza:
Este es mi consejo/ retén./ Retén la belleza.

Cristina Morano

Serie Notas de sociedad. 01 ¿QUIÉN ES HACIENDA Y POR QUÉ SE HA LLEVADO MI DINERO?*



La incondicional esposa del tesorero encarcelado por delito fiscal, en su primera comparecencia ante el tribunal, luce el famoso planchado “Rachel” que el peluquero de la actriz Jennifer Aniston modernizó en la serie “Friends”, al añadir al liso ahuecado tradicional un desfilado redondeado bajo la barbilla. No se inmutó por ello el juez instructor de su caso, sino que, inmune a su respetabilidad y poderío estético, le impuso una fianza de seis millones de euros. Pero no se inquieten por ello las señoras de nuestro auditorio, pues ya los abogados de la pareja buscan incansables por Madrid jueces y fiscales  más afines al matrimonio y más susceptibles a los encantos de la mujer casada española. Concretamente, nuestro ex ministro de Defensa y traductor de Shakespeare, ha encontrado un fiscal amigable que oye como él, misa diaria antes de despachar sus asuntos. Desconocemos si Kafka hubiese considerado incluir al planchado “Rachel” entre las características de K, protagonista de El Proceso. Quizás sí, dada su reconocida tendencia al humor negro. Mas, al contrario que en el desgraciado final de su novela, muy pronto veremos salir de la prisión al financiero y a su propia, libres como pájaros por prescripción del delito y, bien tumbados al sol de las Barbados, bien sentados en las mesas de bacarrá del casino montecarlino, disfrutar de sus cuentas corrientes desembargadas o de otras de similar cuantía aportadas por sus ex compañeros de partido, por mor de los servicios prestados o de otros ocultados.

*Frase del personaje Rachel en la serie “Friends”.


Cristina Morano